Tuberculosis

La tuberculosis es una enfermedad infecto-contagiosa producida por una bacteria, normalmente bacilo de Koch, que destruye el tejido del pulmón. Puede afectar a otras partes del cuerpo, como el cerebro o los riñones, y si no se trata, puede ser mortal.

Se transmite de la siguiente manera:

La TBC se trasmite a través de particulas expelidas por el paciente bacilífero (con TBC activa) con la tos, estornudo, hablando, etcétera. Las gotas infecciosas son de un diámetro entre 0,5 a 5 µm, pudiendo ser producidas alrededor de 400.000 con un sólo estornudo[2] . Las personas con contactos frecuentes, prolongados, o intensos tiene el mayor riesgo de ser infectados (alrededor del 25 %). Un paciente con TBC activa sin tratamiento puede infectar entre 10 -15 personas por año. Otros riesgos incluyen aquellas áreas donde la TBC es frecuente, en pacientes inmunodeprimidos con condiciones como SIDA. También puede transmitirse por via digestiva, sobre todo al ingerir leche no higienizada procedente de vacas tuberculosas infectadas con mycobacterium bovis.

Síntomas:

Las personas que lo padecen pueden tener síntomas comunes a otras enfermedades como lo son la fiebre, el cansancio, la falta de apetito, pérdida de peso, depresión, sudor nocturno y disnea en casos avanzados; más cuando se agregan las aflicciones de tos y expectoración purulenta por más de quince días debe estudiarse pues se considera un síntoma respiratorio.